Hace un tiempo escribí un cuento para explicarle a mi hija de 5 años qué era ser buena. Me pareció un menester obligado pues los educadores (padres o profesores) decimos constantemente a los niños: "debes portarte bien", "debes ser bueno".
Cuando le decimos a un niño "no te portes mal, no seas malo", se sobreentiende que le pedimos que no pegue, mienta, insulte o atente contra las propiedades ajenas... Pero ¿Qué le pedimos realmente cuando le instamos a portarse bien?, y lo más importante ¿cuál es el significado para un niño/a de ser bueno o portarse bien?, ¿Comportarse de forma sumisa o hacer lo que se les manda papá a la primera? ¿No molestar, ser manejable, ser dócil, subordinarse sin replicar: acaso ser sumiso?
Siempre he creído que "portarse bien", dada su trascendencia, es una formulación demasiado genérica, imprecisa e indefinida. Necesita matices para no resultar tan críptica e interpretativa, debe precisarse y apoyarse en un firme suelo ético. Ahí deben estar los agentes educativos esenciales: escuela y familia (o viceversa, porque la familia debería ser la segunda escuela y la escuela la segunda familia, como dice Santos Guerra)
Siempre he creído que "portarse bien", dada su trascendencia, es una formulación demasiado genérica, imprecisa e indefinida. Necesita matices para no resultar tan críptica e interpretativa, debe precisarse y apoyarse en un firme suelo ético. Ahí deben estar los agentes educativos esenciales: escuela y familia (o viceversa, porque la familia debería ser la segunda escuela y la escuela la segunda familia, como dice Santos Guerra)