miércoles, 30 de enero de 2013

La impermeabilidad tecnológica de la EF.


Las TIC solo son herramientas; lo relevante es el uso educativo que
podemos hacer de ellas. 
¿Nos hemos preguntado por qué no se ha generalizado el uso de las TIC en la enseñanza-aprendizaje de la Educación Física cuando en otras áreas curriculares han recorrido un largo camino? Resulta llamativo que mientras en el ámbito deportivo (escenario hermano) hemos sido vanguardia, desde hace décadas, en la utilización y en el aprovechamiento de las nuevas tecnologías (campo de la biomecánica, la planificación, el control y la evaluación funcional, etc.), los educadores físicos, sigamos instalados en una especie de "impermeabilidad tecnológica", es decir, continuamos sin aprovechar el claro potencial didáctico y las notables aplicaciones educativas que ofrecen las TIC.

Algunas causas que explican la falta de penetración de las TIC en la enseñanza de la Educación Física pueden ser la falta de formación y la resistencia al cambio del profesorado, la escasez de recursos y medios tecnológicos o la dificultad para adaptarnos a los retos de la nueva escuela. Pero repasemos otros argumentos que aclaran dicha situación:
La escasa formación tecnológica recibida durante la formación inicial (en los estudios de Diplomatura, Grado y Máster de Educación Física), junto con la orientación tecnológica que tiene la formación permanente seguida tras esos estudios, hace que los docentes no se consideren capacitados para hacer un uso práctico y pedagógico de esas tecnologías.
El desconocimiento de la existencia de numerosas herramientas y materiales curriculares multimedia relacionados con la Educación Física, o la infravaloración de sus posibilidades educativas, hace que las sigamos usando de forma residual en las clases, en estos momentos limitado a usos puntuales en actividades o "sesiones refugio" propias de días de lluvia (como ver un vídeo sobre técnica deportiva, alguna película o grabación de clase).
La falta de infraestructuras, medios o mantenimiento tecnológico en las aulas específicas (gimnasio, patio y departamentos de Educación Física), es otro argumento que explica la ausencia de enseñanzas y aprendizajes implementados con recursos digitales. ¿Cuántas aulas de Educación Física tienen, por ejemplo, una pizarra digital, un ordenador o hardware para grabar y editar vídeo?
El exiguo tiempo del que se dispone en para enseñar y aprender en Educación Física -en ocasiones las sesiones duran 45´- junto a las dificultades en el acceso al hardware (guardado por cuestiones de seguridad) es otro argumento que disuade a muchos profesionales de usar las TIC. Sacar, transportar, conectar y guardar una pizarra digital, pongamos por caso, no es tarea sencilla cuando además hay que gestionar y controlar las asistencias, desplazarse al patio, calentar o dejar tiempo para labores de higiene personal al alumnado.
Otra explicación del poco uso de las TIC es la persistencia del mito de la incompatibilidad entre la tecnología y la práctica física, fundamentada en la creencia de que la implementación tecnológica va a significar una disminución del compromiso motor del alumnad (Ferreres, 2011). Ello explica la actitud reacia de algunos profesionales pues sospechan que el uso de TIC puede reducir el volumen de actividad física, su naturaleza ludo-práctica o su tradición experiencial.
También se explica dicha impermeabilidad por la falta de tradición de la materia en complementar la docencia presencial (realizada en el patio o gimnasio) con la realización de actividades o tareas para casa (trabajos extra-centro como deberes de ampliación, de refuerzo, investigación, etc.) o labores de auto aprendizaje (tercer tiempo pedagógico); en las que tan útil resulta internet y el abundante hardware y software pedagógico disponible.
Parece evidente que la profesión todavía no ha encontrado acomodo a las omnipresentes TIC; que han llegado, lo queramos o no, para quedarse.  Cuando nos decidamos a hacerlo, bueno será que no las usemos de forma indiscriminada y acrítica (como ha ocurrido en otras áreas) en las que deslumbradas por lo tecnológico, no han comprendido que lo importante no es la tecnología (aunque sea necesaria), lo sustancial es la metodología, el uso educativo que se hace de ella.
No debe existir antagonismo entre la Educación Física y los medios tecnológicos, pues no son incompatibles. Pero debemos recordar que los procesos educativos implementados con TIC no deben desnaturalizar, uniformar, ni hacer más sedentarias las prácticas; su uso en ningún caso debe reducir las interacciones personales, el compromiso motor del alumnado, ni su naturaleza ludo-práctica.


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